El 4 de noviembre de 1576 tenia lugar el ataque a Amberes que desembocó en un saqueo, conocido como la Furia Española.

En Amberes el 4 de noviembre de 1576 soldados españoles se habían amotinado, saqueando dicha ciudad, durante días. La ciudad quedó en ruinas y murieron centenares de holandeses. El Saqueo de Amberes supuso el detonante para la sublevación de las provincias flamencas que aún eran leales a la corona española, en el marco de la Guerra de los Ochenta Años.

Amberes por estas fechas era una ciudad muy avanzada y desarrollada, de las más importantes urbes de Europa en la Edad Moderna. Aunque al estallar la rebelión contra Felipe II, la ciudad había perdido relevancia. En este sentido, España entraba en una crisis económica (bancarrota, según los autores) y los soldados no recibían su sueldo desde hacía mucho tiempo además de estar hambrientos. Será esa carencia económica la que desemboque en esos problemas de rebeliones y motines.

La situación en Flandes era delicada y los rebeldes lo sabían. Por estas fechas acababa de morir Luis de Requesens, gobernador de los Países Bajos. un hecho fundamental ya que la figura de este gobernador en Flandes era fundamental a la hora de apaciguar ánimos y evitar rebeliones innecesarias, lo que hoy sería la figura de un diplomático.

La crisis económica influía directamente en los soldados, y para evitar amotinamientos y una guerra larga, Felipe II quiso actuar rápidamente. Sin embargo, la situación se tornaba complicada ya que las medidas y el dinero no llegaban y, tras una bancarrota en 1575, los soldados comenzaron a amotinarse en Flandes, estallando la rebelión el 4 de noviembre de 1576.

La ciudad de Amberes sufrió un gran saqueo en las que fueron protagonistas las tropas del rey Felipe II. A partir de esto, el episodio fue conocido como “Furia Española” debido a situación excepcional en la que, a su vez, influyeron varios factores.

En este sentido, Amberes no fue el único ni el primer episodio este año pues en julio de 1576 ya hubo un amotinamiento español en la ciudad de Aalst, la cual fue ocupada. Tras ello, los rebeldes holandeses, con ayuda valona y alemana, se armaron con la intención de expulsar de los Países Bajos a la población española, fuese civil o militar. En tal contexto, los rebeldes holandeses decidieron tomar el castillo de Amberes.

En el mes de octubre se presentaron los rebeldes holandeses, unos 20.000, y hacen aparición en Amberes, ciudad defendida por las tropas españolas de Sancho Dávila. Ante esta situación, los amotinados españoles de Aalst, unos 1.500 hombres, deciden marchar a toda prisa hacia Amberes en ayuda de los sitiados. El 4 de noviembre aparecen los españoles en Amberes, furiosos, que querían cobrarse en motines los sueldos que no percibían desde hacía un tiempo.

Los holandeses triplicaban a los españoles en número, y estos, sin embargo, se lanzaron a la defensa de Amberes con el pretexto de socorrer a Dávila. En este aspecto, tanto sitiados como amotinados, españoles, se lanzaron al ataque por las calles de Amberes haciendo correr a cuanto holandés había por allí. Aunque muchos holandeses huyeron otros se refugiaron en el ayuntamiento mientras repelían a los españoles que llegaban. Ante tal situación, los españoles prendieron fuego al ayuntamiento de Amberes y el incendio se propagó por toda la ciudad. Tras este caos monumental que imperaba en Amberes, los españoles, hambrientos, decidieron saquear la ciudad en donde los muertos, según los autores, se contaban por centenares.

Tras este episodio, hubo gran indignación y el mismo 8 de noviembre se firmó la Pacificación de Gante en la que se exigía la salida de esta zona de los españoles. Una salida que se tuvo que aceptar para no perder la totalidad de las Provincias Unidas. Este incidente tiró por tierra el trabajo logrado durante años y contribuyó a alimentar la Leyenda Negra, pues como ya se ha mencionado este hecho fue conocido como La Furia Española. Las tropas españolas además estuvieron un par de años actuando de manera indisciplinada al tardar en producirse el nombramiento del Duque de Alba como gobernador de las Provincias Unidas. Amberes, tras este incidente, con el paso del tiempo se convirtió en cabeza cultural de la contrarreforma católica.

Álvaro González Díaz

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