Tal día como hoy, hace 416 años, el 3 de noviembre de 1605 Spínola pone sitio a la fortaleza de Krakau (Cracove) ocupada por tropas holandesas. Las tropas españolas compuestas por los Tercios de Italia al mando del Conde Bucquoy, consiguen tomar al asalto la fortaleza.
En plena guerra de los Ochenta Años, Spínola volvió a decantar la guerra a favor de España. Tras el largo asedio de Ostende, la primera gran campaña de Spínola se produce el 3 de noviembre en el castillo de Krakau en 1605. En el condado neutral de Meurs, parte del Sacro Imperio germano, la fortaleza de Krakau había sido ocupada por tropas holandesas, lo que suponía una amenaza para la retaguardia del Ejército español (Claramunt, 2018).
Tras la toma de las fortalezas de Oldenzaal y Lingen, Spínola quiere acabar con la resistencia holandesa a su paso por el Rin, ya que estos focos podían suponer una amenaza en su retaguardia. Es entonces cuando los tercios de Bucquoy, se encuentran ante la fortaleza medieval de Krakau. Debido a su carácter medieval, la fortaleza tenia pocas opciones de resistir ante un asedio formal, pero, sin embargo, el terreno era pantanoso y los holandeses habían reforzado las posiciones (op. cit.) por lo que presentarían resistencia.
En este sentido, los holandeses contaban en la guarnición con unos 400 soldados al mando del coronel Van Swieten, mientras que las fuerzas sitiadoras, creadas sobre la marcha, contaban con los tercios de Pompeo Giustiniano (antiguo tercio de Ambrosio Spínola), el tercio de Lelio Brancaccio y el de Guido, dirigidos por el general de artillería del Ejercito de Flandes, el conde de Bucquoy (op. cit.). Nuevamente, Claramunt destaca la rapidez de la campaña, que apenas duró unos días, debido, en gran parte, a la prisa de los soldados por acudir a los cuarteles de invierno y poder calentarse ya que el frio apremiaba por esta época.
Se produjo entonces un bombardeo que provocó que los holandeses se refugiasen en los muros del castillo, aunque se rendirían poco después (op. cit.). En este sentido, Bucquoy les dejó marchar, habiéndoles desarmado antes y quedándose con sus banderas.
La toma de la fortaleza de Krakau se inscribe en el contexto de la Guerra de los Ochenta Años, momento indefinido aun para saber quien iba a ser finalmente el vencedor, unos años antes de la Tregua de los Doce Años, en el que España aun dominaba el mundo como muestran sus victorias.
Álvaro González Díaz
