Después de unos meses muy complicados para todos, desde la Asociación 31 Enero Tercios queríamos volver a la carga, con dos objetivos principales: seguir divulgando la historia de los Tercios y hacer pasar un rato divertido a todos los visitantes.

Por todo ello, desde hacía semanas llevábamos preparando la ruta. Teníamos muy claro que el.aforo tenía que ser limitado para que se guardasen las distancias de seguridad y no podía faltar el gel hidroalcohólico. Además, está ruta queríamos que fuera distinta y, por ello, Noelia, que hizo de guía, se vistió como la princesa de Éboli, encarnando su figura, junto a Soraya, y transportándonos al siglo XVI de una forma extraordinaria. ¡Nos lo hizo pasar increible!

Llegados a la plaza, todos los visitantes fueron puntuales y tan rápido como se pudo, nuestro presidente Juan Víctor Carboneras, presentó la ruta, dejando la palabra a la princesa de Éboli, Noelia Alejandra Martín, que nos explicó el significado e importancia de la Plaza Mayor.
Desde ahí nos dirigimos a un punto fundamental, la Plaza de la Villa, que tantas buenas tardes nos ha dado, y nos dará, a 31 Enero Tercios. Se recordó la figura de don Álvaro de Bazán, presentamos el debate sobre el lugar de encarcelamiento de Francisco I y pudimos comprender cada uno de los edificios que componen la plaza.



Nuestra siguiente parada fue en la Calle mayor, recordando la importancia de los palacios nobiliarios del siglo XVI y XVII, la fisionomía del Madrid de los Austria y el lugar de nacimiento de varios soldados de los tercios que forman parte de nuestra historia.



Con todo ello, ya nos introducimos en el espacio cercano de lo que hoy es el Palacio Real, asomándonos a las intrigas palaciegas de la princesa de Éboli, la importancia de Ruy Gómez de Silva y la relación con el duque de Alba, en este mundo complejo. Además, ya en la puerta del Palacio, se recordó el Alcázar y el monasterio de la Encarnación.

El tiempo pasaba y en seguida entramos a la Plaza de Isabel II para volver a recordar la relevancia de la calle Arenal, su explicación histórica y lo importante que fue el agua para Madrid. Además, se dieron una serie de dosis para comprender la.mentalidad de la época.
Para terminar la visita nos dirigimos a Sol. Habían pasado más de dos horas desde el inicio, el tiempo había pasado volando. Tras la explicación de Sol en el siglo XVI, entendiéndolo como el fin de la ciudad y analizando los edificios que constaban, se dio paso al sorteo de los libros sobre los tercios. Fueron tres, entregados por la Librería Tercios Viejos a la que estamos eternamente agradecidos constaban de dos revistas dirigidas por nuestro amigo, don Luis Togores y el último éxito editorial de Desperta Ferro, con la obra los Tercios de Jordi Bru y Alex Claramunt.

Después de unas fotos finales dimos fin a esta ruta, garantizando que seguiremos haciendo actividades, una tras otra, para seguir recordando y divulgando la historia de los tercios. Gracias a todos por su asistencia, por sus muestras de cariño y de gratitud.
Gracias a Ángel Moya, secretario que junto a Roberto Álvarez, vocal, y a Guadalupe Luna, tesorera fueron esenciales para el buen funcionamiento de la ruta. A Soraya por venir vestida, a Noe por su esfuerzo titánico y su buen hacer, a Juan Miguel por sus estupendas fotos y su plena disposición, a Juan Antonio Caro por sus grabaciones y fantásticas imágenes que aquí pueden ver y a Enrique Sanmartín por siempre estar ahí, por ser un pilar fundamental.

