Muchos de ustedes se preguntarán por las armas que usaron nuestros Tercios Españoles y es que el tener buenas armas daba aún más honor a esos hombres que lucharon por la Corona Hispánica en los Siglos XVI y XVII. Las principales armas que se veían en los campos de batalla, donde nuestra infantería derrochó honor y valentía, eran: espadas, picas, arcabuces y mosquetes. Así, los Tercios Españoles comenzaron el Siglo XVI con una combinación de armas blancas con armas de fuego haciendo que nuestra infantería se encontrase entre las mejores de la historia.

Albi (1999) cita; «la nobleza de las armas blancas, cuyo empleo exigía enfrentarse cara a cara, de valor a valor, con el contrario, a diferencia las de fuego».

Antes de meternos de lleno en describirlas es importante saber que, según Quatrefagues (1983), «el rey proporcionaba las armas, pero las pagaba el soldado». Aun así, cada combatiente podía obtener, siempre por su cuenta, armas de su agrado o de mejor calidad.

Por un lado, las armas convencionales, citadas anteriormente eran:

  • Picas: Lanza de grandes dimensiones que medían cinco metros y medio pesando unos cinco kilos. Según Martínez y Sánchez (2006), la pica «estaba concebida para parar a distancia a la caballería acorazada, que era imparable». Fue el maestre de campo Sancho de Londoño quien estableció tanto la medida como el modo de llevarla. Las picas podían tener dos medidas: Pica (5,42 metros) y Semipica (4,17 metros).
  • Espada: Todos los soldados la llevaban y era el arma de defensa individual. Para el espadachín era fundamental la destreza, agilidad y vista. Podían existir distintos tipos de espadas, siendo la ropera la más empleada por los tercios. Estas se podían clasificar según la forma de la guarda (de taza, de lazo o de concha). Sus medidas podían variar en torno a 1 metro de longitud total y entre 1,5 y 2 kg de peso.
  • Daga: Arma blanca corta que casi todos los soldados la tenían. La usaban como complemento en los duelos o para rematar a los enemigos. Los soldados españoles solían usar la daga de vela
  • Arcabuz: Fue el arma de fuego que apareció por primera vez en las filas españolas. Al principio los arcabuceros ocupaban un tercio de la formación, pero con los años fue aumentando su presencia. Para Esparza (2017), «el arcabuz era un tubo de hierro montado sobre un armazón de madera, de entorno a metro y medio de largo y 4,5 kilos de peso, precursor de las armas de fuego posteriores».
  • Mosquete: Arma de fuego con mayor alcance y potencia que el arcabuz. Era, además, más pesado por lo que necesitaba de una horquilla que servía de apoyo.

Por otro lado, las armas no convencionales que se usaban de forma circunstancial o anecdótica Segura y Vázquez (2017) recuerdan algunas como: arcos, animales incendiarios, granadas incendiarias, granadas de barro y arrojos, dardos incendiarios, entre otros.

Bibliografía:

Albi de la Cuesta, Julio (1999): De Pavía a Rocroi: Los Tercios de Infantería Española en los Siglos XVI y XVII, Madrid: BALKAN EDITORES.

Segura García, Hugo y Vázquez Bravo, Germán (2017): Los Tercios Españoles en Flandes, Madrid: SUSAETA EDICIONES.

Quatrefagues, René (1983): Los Tercios Españoles, Madrid: Centro Geográfico del Ejército.

Esparza, José Javier (2017): TERCIOS: Historia ilustrada de la legendaria infantería española, Madrid: LA ESFERA DE LOS LIBROS.

«Todas las picas suman, únete al cuadro»
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